No hay respuesta al limbo en que se mantiene el contrato de concesión del Río Magdalena a Navelena mientras las condiciones de navegabilidad del Puerto de Barranquilla se agravan.

Esta es una realidad que se vive en este momento y ya se viven las consecuencias en las proyecciones

René Puche, Gerente de la Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla confirmó que “se han tenido que desviar cuatro embarcaciones” a los puertos de Cartagena y Santa Marta para “aligerar carga”. “Estamos hablando de 15  a 20 mil toneladas por embarcación. Mal contadas unas 80 mil toneladas”, indicó.

La situación es de preocupación y la tendencia es a empeorar. En este momento el calado es de 9.1 y debería estar por encima de los 10 metros. Los más afectados son los importadores que deben asumir los costos.

Alfredo Carbonell, Gerente de Asoportuaria, agregó que por estas circunstancias “se afecta la imagen del puerto y se pierden clientes”.

Asoportuaria y la gerencia del Puerto exigieron una pronta solución al Gobierno Nacional. Carbonell indicó que “esto amerita una respuesta rápida y hasta el momento no se ha obtenido”, mientras que Puche precisó que “es importante que el Gobierno defina qué se va a hacer con Navelena. Si se va a caducar que se caduque”.

Mensualmente ingresan al Puerto de Barranquilla unas 400 mil toneladas de carga.